Siempre he sabido que acabaría
tomando esta senda,pero
ayer no sabía que lo haría hoy.
Tsui ni yuku
michi towa kanete
kikishi kado
kino kyoto wa
omowazarishi wo
Narihira
Este poema habla por mí; es el número LVI del libro de Kenneth Rexroth, "Cien poemas Japoneses".Edit. Gadir.
Caramba!, eso mismo dije yo hace unos meses…
ResponderEliminarBuen comienzo!. Besos.
Es que quienes andamos por este camino, Genaro, compartimos mucho más de lo que imaginamos, aún con un océano de por medio.
Eliminar¡Gracias por comentar, amigo!. Un abrazo
La escritura es un testimonio de los sentidos, siempre tiene música. A veces nos hace vibrar con mas intensidad y otras veces no, pero estoy convencido que este blog comenzó con música dinámica y emotiva. Todo me hizo movilizar y comprender todo lo mucho y lo bueno -con autenticidad- de "Aniko". Hará despertar muchos sentidos. Hitotsu.
ResponderEliminar¡Hola, Hitotsu! ¡Gracias por expresarte y compartir!. Es cierto, a veces es la música, otras aquello de lo que somos testigos en la vida cotidiana, pero siempre,siempre, es el estar atentos al Aquí y al Ahora lo que hace que nuestra emoción supere nuestra piel y nos lleve a escribir y compartir. Un abrazo
Eliminar